A través de la división de Servicios Sociales y en estrecha colaboración con las administraciones públicas, Clece atiende actualmente a más de 90.000 personas de este colectivo, llevando a cabo de manera voluntaria terapias innovadoras y de bienestar con el objetivo de mejorar su calidad de vida.
Vicente, usuario del servicio de ayuda a domicilio en Jaén, es el vivo ejemplo de que, a pesar de tener una discapacidad, se puede ser feliz y hacer feliz a los demás.
Con este nombre se puso en marcha en Zaragoza una iniciativa para fomentar la adopción de mascotas entre mayores y personas con discapacidad, lo que ayudó a revitalizar la salud física, psicológica y social de estos colectivos.
Los mayores del Centro de Día de La Paz en Baracaldo (Vizcaya) disfrutan de un envejecimiento activo gracias a las actividades de horticultura y jardinería.
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