La pandemia ha sido algo inaudito en las vidas de todos nosotros. Hemos estado más de dos meses confinados, sin ver a nuestros padres, hermanos, hijos o nietos, porque la virulencia del Covid-19 podía poner nuestra salud y la de nuestros seres queridos, en un serio peligro. Ha sido, sin duda, un tiempo de decisiones y comportamientos de responsabilidad individual que han tenido un impacto directo sobre el devenir de la sociedad en su conjunto.
 
				