
LA HUELLA SOCIAL
Cerca de 400 personas acudieron el 8 de julio de 2025 a La Huella Social, la convocatoria con la que Clece y su asociación sin ánimo de lucro, Corazón y Manos, rindieron homenaje a la red de colaboración humana que se abrió paso en Valencia para plantarle cara a los estragos de la DANA que asoló la provincia en octubre de 2024.
Profesionales de Clece y filiales, entidades del Tercer Sector, administraciones locales, sindicatos y miembros de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado se dieron cita en el Teatro Auditorio Municipal de Aldaya para recordar y reconocer las grandes historias de ayuda, solidaridad y compromiso que vivimos en aquellos duros momentos.

Una inmediata red de apoyo
El encuentro también recordó la red de apoyo formada por Clece y Corazón y Manos desde el primer momento, ya que enseguida fueron conscientes de la gravedad del asunto. Así, la compañía y su asociación enviaron 57 vehículos con material, seis generadores eléctricos, 20 motobombas de achique, miles de mascarillas, más de mil pares de botas de agua, cientos de palas, rastrillos y productos de limpieza… Todo para que no faltaran medios con los que seguir adelante. Además de los medios materiales, la compañía y su asociación proporcionaron un servicio gratuito de atención psicoemocional. Cualquier persona afectada pudo ser atendida por psicólogos profesionales que proporcionaron pautas para sobrellevar aquellos duros momentos. En paralelo, activaron un canal de asesoría legal especializada para todos los trabajadores afectados por la DANA a través de un bufete de abogados de reconocido prestigio.
Tras aquellos primeros días de emergencia, 21 voluntarios de Clece y Corazón y Manos llamaron uno a uno a los 919 trabajadores de la compañía que vivían en las zonas damnificadas. Gracias a esas llamadas, se identificaron casos especialmente críticos, con viviendas muy afectadas, y se han aportado las ayudas necesarias para repararlas. La Fundación ACS, dependiente de la casa matriz de Clece, fue una de las entidades que de manera altruista colaboró económicamente para recaudar los fondos con los que contribuir a la recuperación de las pérdidas y daños materiales sufridos por estos empleados.