Miles de personas se enfrentan a diario a impedimentos de origen, género o condición en su acceso al mercado de trabajo, barreras responsables de la exclusión y la desigualdad social. Se trata de un mapa complejo y multidimensional en el que el empleo influye de manera determinante. El Proyecto Social de Clece se dirige a cuatro colectivos en concreto: personas con diversidad funcional, víctimas de violencia de género, personas en riesgo o situación de exclusión y jóvenes en desempleo.
El empleo es, en muchas ocasiones, una vía para reducir su situación de vulnerabilidad. Con soluciones adaptadas a cada realidad, Clece integra en su plantilla a 5.715 personas con diversidad funcional, un 4% más que en el último año. También ha incrementado la contratación de mujeres víctimas de violencia de género, impulsada por el “Proyecto 139”, llegando a las 235 trabajadoras de este colectivo, un 47,7% más respecto al último periodo. Los trabajadores en riesgo o situación de exclusión han ascendido un 19,6% llegando a los 823 empleados. Por último, la contratación de jóvenes en desempleo también ha crecido un 4,7% llegando a los 1.211 empleados